Menuda bola de nieve se está formando en la economía. A la irracional y desbocada subida del petróleo que encarece los transportes, y por tanto, las cadenas de distribución e incluso los paquetes de viajes del turismo, ahora se añade la demora en los pagos de los touroperadores a los hoteleros que ya alcanza los 3 meses, según publica el Diario La Provincia, y que introduce presiones para mantener la liquidez de cara a los gastos empresariales, un retraso de los pagos que puede repercutir en los proveedores, y probablemente también en el empleo, aunque sería un auténtico desastre si se produce un pánico que tire por acometer ajustes de empleo que reduzcan la calidad de los servicios.
Se está acabando el tiempo de las vacas gordas, y no es que haya que ir pensando en echar el cierre, pero sí es hora de hacer previsiones de ajuste para potenciar el atractivo de la oferta y los servicios, y olvidarse de los grandes márgenes beneficios. Es hora de contratar el asesoramiento de economistas que entiendan de planes a medio y largo plazo, reinversión, provisiones y amortizaciones. No se pueden seguir dando pelotazos que saquen los balones fuera del campo.
No se sabe si en las administraciones regionales se están preparando ya para lo que viene, porque en vez de anticipar las prioridades de inversión en el ecosistema turístico parece que tienen planes accesorios de dudosa urgencia y aún más dudosa viabilidad a largo plazo en su antesala. Aunque es conveniente saber que habrán trenes cada 20 minutos para ir a manifestarse a Las Palmas si se ahonda en la crisis y ésta llegara a sacudir de lleno con el cierre de empresas y disparando el desempleo directo e indirecto dependiente del turismo. Hagan sus apuestas, que estamos en el tiempo de reaccionar y esto no se mueve en la buena dirección.
En esta vida todos sabemos que la avaricia rompe el saco, era cuestión de tiempo.
ResponderEliminarLa solución es dificil, debería haber una revolución tan profunda que es pura utopía.
Como siempre los humanos nos empeñamos en esclavizarnos ante el yugo de los poderosos que juegan con nosotros como con marionetas, si nos trevieramos a tomar el poder ya que de nosotros dependen los millonarios...