miércoles, 2 de junio de 2010

Imagínate (¡te puede pasar a ti! )



Imagínate que no puedas comer lo que te apetece cuando tengas ganas, porque no hay alimentos en tu despensa.

Párate un momento y siente lo que significa eso. Te apetece un yogur y no hay. Tampoco puedes bajar a la tienda a comprarte uno porque no tienes dinero. Buscas algo para sustituirlo pero, tampoco hay nada de eso. ¿Unos crujientes papas fritas? ¿Una bolsa de pipas? Nada. Un buche de agua a lo sumo.

Fuera de tu casa, hay vecinos que están en las mismas circunstancias. Otros que aún tienen trabajo, evitan tu mirada, no vaya a ser que sea contagioso, que ellos también pierdan su trabajo. No vaya a ser que les pidas ayuda que no te pueden dar, porque entonces tendrían que ayudar a otros también.

Preguntas dónde puedes conseguir ayuda para alimentar a tu familia y te mandan al ayuntamiento. Pides una cita y te la dan para dentro de un mes. Esperas semanas hasta recibirla. Mientras tanto, no tienes ingresos. Te escondes del casero porque no le puedes pagar el alquiler y te manda recado con tus hijos, que no entienden por qué ahora no puedes pagar la renta. El banco comienza a llamarte y amenazarte con el desahucio. Intentas negociar con ellos para quedarte en tu casa y comenzar a pagarles nuevamente cuando por fin tengas trabajo. No quieren escuchar. Están programados para ser duros, defender los intereses de su banco, de los accionistas, a nadie le importa que te quedes en la calle. No sabes cómo decírselo a tu familia. Tu hijo de 9 años te mira y dice ¿y dónde viviremos si nos vamos de casa? Pasan ideas muy duras por tu mente – poner bombas, pegarte un tiro, atracar un banco, darle una paliza a alguien, salir a buscarte la vida prostituyéndote, robando......... Y los días pasan. Has caminado día tras día, durante horas, repartiendo el currículum a cientos de empresas y todas te dicen que si queda alguna vacante te llamarán y colocan tu solicitud en un montón enorme de otros candidatos. Las recepcionistas te miran con cara de pena o de cansancio, pues ahora pasan horas atendiendo a la cola de personas desesperadas que buscan trabajo.

Estás embarazada, ya tienes tres hijos y ni cheque bebé ni nada pues la letra menuda es tan complicada que esa cantidad, si es que llegas a poder cobrarla, como mucho, únicamente retrasaría lo inevitable. Dejas de comer para que tus hijos coman, pero el bebé que llevas dentro también necesita que tu estés bien nutrida.

Eres extranjero, llegaste aquí en busca de un futuro mejor que el que te esperaba en tu pueblo. Te cogieron en seguida para trabajos sucios pero ahora eres el primero en ser despedido y los que antes no querían ensuciarse las manos, ahora se encargan de hacer las tareas que antes te dejaban a ti.

No entiendes nada. Hace pocos meses tenías tu trabajo, tus sueños, tu vida y ahora solo nervios, miedo al futuro, ilusiones rotas y pánico cada vez que alguien toca en la puerta, porque crees que vienen a desahuciarte. Han subastado tu casa pero no te dicen si se vendió o qué, solo sabes que la ilusión de tener tu propia casa te ha dejado en la calle y encima, endeudado el resto de tu vida.

Te casaste, tuviste hijos, no trabajaste fuera de tu casa y tu marido murió sin haber cotizado los 30 años necesarios, dejándote sin nada. Te arreglaron una paga no contributiva y encima pretenden es seas agradecida por unos miserables 340 euros al mes, que los poderosos dicen es suficiente y te dará para sobrevivir. Tus hijos te ayudaban antes pero ahora uno vive contigo porque ha perdido su casa, otra trapichea para no perder la suya y si no pagas la contribución antes de cobrar la paga extra, te clavarán un 20% de intereses de demora. ¿Qué comerás hasta primeros de mes? El Ayuntamiento dice que si no pagas, ellos no pueden pagar a sus empleados pero solo ves sueldazos de políticos y sus asesores. Los empleados del consistorio no han cobrado aún y estamos a día 18. Quien cobra 4000 euros al mes puede esperar a cobrar, quien cobra 800 euros, no.

Te hablan de un sitio donde te pueden ayudar con los alimentos y vas, te pones en cola, saludas a muchos vecinos y familiares. Te atienden voluntarios cansados que te piden más papeles para demostrar tu necesidad y encima te dicen que aún no han llegado los alimentos que esperaban de Europa. ¡Tu familia necesita comer hoy! No pueden esperar a un contenedor que no se sabe cuando llegará. ¿Es que no se dan cuenta? Los políticos y sus empleados vuelven a sus casas con su sueldo y su techo pagado y no tienen que preocuparse de qué poner en la mesa para que sus hijos queden llenos y puedan dormir tranquilos en sus propias camas. Algunos políticos prestan una ayudita para calmar sus conciencias, sin darse cuenta que una de las máximas responsabilidades de todo gobernante es garantizar que los ciudadanos coman y tengan una vivienda digna – es un derecho constitucional. Cada día más familias se quedan en la calle y sin posibilidad de defenderse si la entidad financiera no quiere. Ahora hay viviendas vacías mientras otros se refugian como pueden en casa de familiares y buscan infraviviendas para alojarse.

¡Hasta cuando seguirán algunos llenándose los bolsillos con el sufrimiento de los demás? Y ¿cuanto tiempo mirarán los contribuyentes hacia otro lado hasta exigir un cambio en el sistema político? ¿Porque no te pasa a ti, prefieres hacerte el loco? Nadie está fuera de peligro.

Proyecto Vecinal de Alimentos
Asociación de Vecinos "Las Lomas de Arguineguin"