«Asimismo, en Veneguera, también se procedió a la tala de almácigos de más de medio siglo, sin esperar al período prudencial de observación de seis meses que aconsejaron los biólogos. El almácigo es un árbol caduco con lo cual ésta es su época de parada y lógicamente irá más lento que los demás para poder brotar de nuevo.
En Veneguera existe un importante almacigal ligado al palmeral de al menos un centenar de ejemplares. No podemos perder un ecosistema tan importante por simple estética. Parece ser que lo que no devastó el fuego, lo arrasan nuestras administraciones.
Más Nunca también critica la “campaña de maquillaje” que se está dando a la zona afectada. Sobre todo hace hincapié en la desigual atención de los residentes en la zona.
Mientras en barrios con escasa población, el plan de embellecimiento “enamórate de mi” pinta y retira escombros de hasta las viviendas (de segunda residencia) que perdieron sus techos y deben ser prácticamente derribadas, en otros en los que el número de habitantes es mucho mayor y las viviendas de primera residencia, ni tan siquiera han retirado los escombros.
Los vecinos de estas zonas critican la lentitud y escasa preparación de las cuadrillas que envían, que en algunos casos emplean semanas en pintar una simple fachada. Mientras en algunos barrios hay cuadrillas actuando, en otros se les entrega la pintura a los vecinos para que sean ellos mismos los que lo hagan.
Más Nunca lamenta que no se estén realizando acciones en evitar la erosión que podría producir el tiempo de invierno, y que tampoco se esté actuando con mayor celeridad sobre las viviendas calcinadas, para que cuanto antes vuelvan a ser viviendas habitables.Las viviendas siguen siendo el principal problema y sobre el que ninguna Administración habla claro. A toda la documentación que han aportado los propietarios aún no les han dado respuesta, ni sobre la cuantía y por el proceso de rehabilitación.
La incertidumbre es tal que algunos vecinos han decidido acometer las obras por su cuenta, sobre todo los que perdieron sus negocios y a día de hoy siguen sin obtener respuesta. Bares, queserías y granjas son los negocios que sus propietarios han decidido recuperar por su cuenta, ya que las deudas acumuladas, sumadas a la escasez de ingresos, los han situado en una situación más que precaria.
En cuanto a las ayudas, la situación es peor incluso que cuando el incendio. Se han dado casos tan surrealistas como el de ingresar a una persona parte de la ayuda para la rehabilitación de la vivienda, y posteriormente llamarla para avisarle de que no la gaste porque ha sido un error y tendrá que devolverla.
La descoordinación es tal que en otros casos los Ayuntamientos envían a la policía local a firmar documentos a los damnificados. Luego aparecen peritos, contratados por el Gobierno de Canarias, a peritar lo que supuestamente ya hicieron técnicos del Cabildo y Ayuntamientos. Y es que aún no se ponen de acuerdo, por la pérdida de expedientes o duplicidad de los mismos.
Y todo esto demuestra una vez más que no estábamos preparados para extinguir un incendio de esta magnitud, pero tampoco lo estamos para dar una respuesta efectiva a las víctimas y al medio.»
Maspalomasahora.com también se ha hecho eco de la noticia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario